Cabañas somos todos

Ejecutores, oficiales o no, ¿qué mas da?

Parece que sirven para reforzar el status gubernamental y las diferencias entre una clase armada y una que no lo es. Lo sucedido al jugador Cabañas se quiere que sea un riesgo que todos corramos. De pronto nadie le presta atención al agresor, toda la atención recae sobre el agredido que se debate entre la capacidad y la discapacidad. De esta manera toda la culpa recae en Cabañas, ¿qué andaba haciendo en antros de mala muerte a las cinco de la mañana, hora de levantarse? Que ande alguien armado y que pueda hacer uso del arma en contra de alguien desarmado a nadie parece molestarle. Imaginemos una población en la que ningún status, ningún nivel, tiene acceso a las armas, una población en la que han adoptado el desarme generalizado de todos, soldados, policías... Con los avances de la medicina esa población no tiene casi nada qué temer... Temerían el accidente de tránsito y probablemente trabajarían para eliminar tal riesgo. Esa gente sin armas no tendría el muro de contención, el firewall, esa barrera que es poder, es un poder, el poder dar muerte. Olvidando garantías y derechos elementales, el derecho a la vida, el primero por lo elemental. Su principio de igualdad bien aplicado, nadie está por encima de los demás si su apoyo son las armas, por lo tanto nadie puede imponer su voluntad tiránica, nadie puede disponer de la vida. Pero no hemos alcanzado esos términos y condiciones. El riesgo de que alguien nos dispare es tan verdadero como el de que nos pueda ocurrir un accidente de tránsito. No sólo las autoridades están armadas, algunos ciudadanos también y están decididos a usar estas armas en perjuicio de los demás. Y esta actitud parece convenir al gobierno.

La defensa de la vida debe dar el siguiente paso. Una institución cuyo sustento es el perjuicio es por este nimio detalle tiránica y no debería ser sostenible

Las armas deben utilizarse para liberar a los hombres, no para sojuzgarlos